Escobar
Ayer comí unos sandwiches y empecé mi travesía a las 14 hs. No soy una viajera estilo madrugador. Lo cual tiene sus pro y sus contras, como tomar trenes a horarios tardíos. De camino a la estación se me rompió el freno delantero con lo cual iba frenando con el otro como podía. Pero eso no iba a impedir que cambiara de idea. El furgón de bicicletas del tren a José León Suarez estaba repleto. Estuve plantada en el medio de todas las bicis con una postura de bailarina. Al llegar a Villa Ballester y ver el horario a Escobar tenía 40 minutos para entretenerme mirando a la gente. Una señora me comentó que vivió en Escobar que tenía ganas de volver. Que me convenía bajar en Maswich. Llena de quintas. Dos hombres que recién se conocían se iban a fumar porro a los árboles. Reflexioné que tenía que ser más sociable o abierta a entablar conversaciones. Eso también cambiaría mi ámbito de gente. Me ayudaron a subir la bici y colgarla en el gancho del vagón, me senté de frente a mi bici, par