Escobar
Ayer comí unos sandwiches y empecé mi travesía a las 14 hs. No soy una viajera estilo madrugador. Lo cual tiene sus pro y sus contras, como tomar trenes a horarios tardíos. De camino a la estación se me rompió el freno delantero con lo cual iba frenando con el otro como podía. Pero eso no iba a impedir que cambiara de idea.
El furgón de bicicletas del tren a José León Suarez estaba repleto. Estuve plantada en el medio de todas las bicis con una postura de bailarina. Al llegar a Villa Ballester y ver el horario a Escobar tenía 40 minutos para entretenerme mirando a la gente. Una señora me comentó que vivió en Escobar que tenía ganas de volver. Que me convenía bajar en Maswich. Llena de quintas.
Dos hombres que recién se conocían se iban a fumar porro a los árboles. Reflexioné que tenía que ser más sociable o abierta a entablar conversaciones. Eso también cambiaría mi ámbito de gente. Me ayudaron a subir la bici y colgarla en el gancho del vagón, me senté de frente a mi bici, para mirarla de vez en cuando. Un vendedor de postales de amor me regalo cuatro. Intercambiaron chistes con otro y yo participé con varias frases de la conversación. Soy un tanto prejuiciosa y con esto me di cuenta que también debería cambiar mi actitud ante la gente. Ya que estar a la defensiva no me hacía mas feliz.
Al llegar a la estación de Escobar un chico me ayudó a bajar la bicicleta y me indicó como ir hasta el río. "paso mis fines de semana con amigos en río Luján. Pescamos y acampamos. Si estás por ahi saludame y comemos algo." me dijo. Nos despedimos y comencé a pedalear.
Pase por el centro, bastante agradable, lleno de naturaleza, una plaza bastante deshabitada pero que invitaba quedarse un buen rato. Pase por el supermercado, compre un par de cosas para el mediodía y seguí rumbo al río. De camino, comenzó la zona de fábricas y el camino de tierra. Tuve que parar porque la bolsa donde llevaba un par de cuadernos y libros se me rompió y quedó todo disperso. A mi pesar tuve que ponerlos en el asiento trasero porque no tenía canasto. Y con las bolsas agarradas en los manubrios fui hacia el destino. Camiones y camiones, media hora mas tarde llegué y valió la pena. Me sente en uno de los bancos de cemento allí instalados mientras comía un par de uvas y empecé a escribir. Luego me aburrí y fui hacia el mirador. Un amigo me llamo "estoy retrasado, recién llego a la estación de Banfield" -Bueno avisame cuando estás cerca y nos encontramos - por una cosa o por otra siempre me dejaba esperando.
Así y todo, Pedro era el mejor amigo que había tenido. Mejor que cualquier mejor amiga. Vi algunos pescadores, catamaranes de aqui para alla. Lei un poco. "Esto es muy tranquilo y me gusta. ¿Como puedo transformarlo en un modo de vida? ¿Y si voy trabajando en distintos pueblos para conocer? Necesito comprar la cámara, sería lo ideal para trabajar nómada. ¿Pero con que plata la consigo?
A fin de la tarde Pedro llamó para avisarme que llegaba en media hora. -mejor nos encontramos en la plaza porque estoy con la bici y ya esta oscureciendo. - le dije.
El camino se me hizo mas liviano sin las bolsas pero aun así era bastante complicado sortear los pozos con la oscuridad y los mosquitos no hacían mas que consumir mi sangre. Llegué mas tarde que lo planeado y encontré a mi amigo en la esquina de la plaza. Caminamos relajados poniéndonos al día de la falta de noticias.
-Sigo buscando trabajo-
- Está bastante complicado amigo ya veremos que sale-
Aun así tenía dinero para invitarme una cena. Llegamos a un bar y pedimos dos lomitos con papas y cerveza.
Fuimos hasta la estación y esperamos llego el tren. Quedamos varados en Villla Ballester, hace rato había pasado el último tren. Tuvimos que deambular por el centro deshabitado porque no habían locales abiertos. Encontramos un quiosquito bar y nos quedamos tomando hasta las cinco de la mañana que volvía a circular el tren.
"Amor te extraño" un mensaje de mi novio intermitente.
- No le contestes. No te respondió en todo el día. - Pedro siempre me cuidaba.
"Estoy en Ballester esperando el tren con Pedro." Precisaba alguna reacción de su parte, aunque sea hacerlo enojar. No obtuve respuesta.
Bailamos un poquito en el local. Fuimos a la estación con sueño y frío. El vagón estaba lleno de cafeteros con sus carros. Una señora estaba sentada al lado del suyo. "es feliz así. No duda, no tiene opciones. Así y todo es mas útil que yo." me deprimí. Bajamos en colegiales y me despedí de Pedro. Pedalee unas cuadras y se me salió la cadena de la bici. Lo que me faltaba. Un diariero intento ayudarme sin éxito. Pensando que debería volver caminando hice un último intento y lo logre. Feliz de no necesitar a nadie. Y así con las manos engrasadas llegué a casa. Me lave y me despatarré en la cama. No había decidido que hacer con mi vida pero por lo menos la estaba experimentando.
El furgón de bicicletas del tren a José León Suarez estaba repleto. Estuve plantada en el medio de todas las bicis con una postura de bailarina. Al llegar a Villa Ballester y ver el horario a Escobar tenía 40 minutos para entretenerme mirando a la gente. Una señora me comentó que vivió en Escobar que tenía ganas de volver. Que me convenía bajar en Maswich. Llena de quintas.
Dos hombres que recién se conocían se iban a fumar porro a los árboles. Reflexioné que tenía que ser más sociable o abierta a entablar conversaciones. Eso también cambiaría mi ámbito de gente. Me ayudaron a subir la bici y colgarla en el gancho del vagón, me senté de frente a mi bici, para mirarla de vez en cuando. Un vendedor de postales de amor me regalo cuatro. Intercambiaron chistes con otro y yo participé con varias frases de la conversación. Soy un tanto prejuiciosa y con esto me di cuenta que también debería cambiar mi actitud ante la gente. Ya que estar a la defensiva no me hacía mas feliz.
Al llegar a la estación de Escobar un chico me ayudó a bajar la bicicleta y me indicó como ir hasta el río. "paso mis fines de semana con amigos en río Luján. Pescamos y acampamos. Si estás por ahi saludame y comemos algo." me dijo. Nos despedimos y comencé a pedalear.
Pase por el centro, bastante agradable, lleno de naturaleza, una plaza bastante deshabitada pero que invitaba quedarse un buen rato. Pase por el supermercado, compre un par de cosas para el mediodía y seguí rumbo al río. De camino, comenzó la zona de fábricas y el camino de tierra. Tuve que parar porque la bolsa donde llevaba un par de cuadernos y libros se me rompió y quedó todo disperso. A mi pesar tuve que ponerlos en el asiento trasero porque no tenía canasto. Y con las bolsas agarradas en los manubrios fui hacia el destino. Camiones y camiones, media hora mas tarde llegué y valió la pena. Me sente en uno de los bancos de cemento allí instalados mientras comía un par de uvas y empecé a escribir. Luego me aburrí y fui hacia el mirador. Un amigo me llamo "estoy retrasado, recién llego a la estación de Banfield" -Bueno avisame cuando estás cerca y nos encontramos - por una cosa o por otra siempre me dejaba esperando.
Así y todo, Pedro era el mejor amigo que había tenido. Mejor que cualquier mejor amiga. Vi algunos pescadores, catamaranes de aqui para alla. Lei un poco. "Esto es muy tranquilo y me gusta. ¿Como puedo transformarlo en un modo de vida? ¿Y si voy trabajando en distintos pueblos para conocer? Necesito comprar la cámara, sería lo ideal para trabajar nómada. ¿Pero con que plata la consigo?
A fin de la tarde Pedro llamó para avisarme que llegaba en media hora. -mejor nos encontramos en la plaza porque estoy con la bici y ya esta oscureciendo. - le dije.
El camino se me hizo mas liviano sin las bolsas pero aun así era bastante complicado sortear los pozos con la oscuridad y los mosquitos no hacían mas que consumir mi sangre. Llegué mas tarde que lo planeado y encontré a mi amigo en la esquina de la plaza. Caminamos relajados poniéndonos al día de la falta de noticias.
-Sigo buscando trabajo-
- Está bastante complicado amigo ya veremos que sale-
Aun así tenía dinero para invitarme una cena. Llegamos a un bar y pedimos dos lomitos con papas y cerveza.
Fuimos hasta la estación y esperamos llego el tren. Quedamos varados en Villla Ballester, hace rato había pasado el último tren. Tuvimos que deambular por el centro deshabitado porque no habían locales abiertos. Encontramos un quiosquito bar y nos quedamos tomando hasta las cinco de la mañana que volvía a circular el tren.
"Amor te extraño" un mensaje de mi novio intermitente.
- No le contestes. No te respondió en todo el día. - Pedro siempre me cuidaba.
"Estoy en Ballester esperando el tren con Pedro." Precisaba alguna reacción de su parte, aunque sea hacerlo enojar. No obtuve respuesta.
Bailamos un poquito en el local. Fuimos a la estación con sueño y frío. El vagón estaba lleno de cafeteros con sus carros. Una señora estaba sentada al lado del suyo. "es feliz así. No duda, no tiene opciones. Así y todo es mas útil que yo." me deprimí. Bajamos en colegiales y me despedí de Pedro. Pedalee unas cuadras y se me salió la cadena de la bici. Lo que me faltaba. Un diariero intento ayudarme sin éxito. Pensando que debería volver caminando hice un último intento y lo logre. Feliz de no necesitar a nadie. Y así con las manos engrasadas llegué a casa. Me lave y me despatarré en la cama. No había decidido que hacer con mi vida pero por lo menos la estaba experimentando.
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