Retomar

      Siete años pasaron. Muchos pequeños viajes. Vivo en la casa de mi abuela, sola. Volví a sentir esos cosquilleos de pasar tiempo conmigo. Me di cuenta de que ni un gran amor puede reemplazar esas sutilezas que disfruto en silencio. Viví mucho sin casi irme del país. Tampoco se si lograré pasar más de Uruguay. Por eso no creo que esto sea tanto sobre experiencias en lugares distintos sino donde sea. Mientras esté conmigo.

    Esta semana estuve en la reserva de costanera sur. Me costó mucho caminar esos pasos sola. Tuve que obligarme a dejar el celular en el bolso, o sólo sacarlo para fotografiar. Encontré un agilucho en el borde de un mirador. Tenía que ser muy sigilosa pues ante el mínimo rastro se iba hacia al costado, aferrándose a la madera con sus garras. Al darme vuelta encontré a un conocido de la vida. Me dijo que ese ave secuestra huevos de otros pájaros. "Pero se ve tan adorable" pensé. Hace mucho que no lo veía. Me recordó cuando fotografié sus obras de arte metálicas. Pensé que tanto él como yo ahora somos los mismos y a la vez dos personas distintas.

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